Cómo funciona la terapia cognitiva para aliviar el estrés
Es fácil caer en el hábito de pensar negativamente, y cambiar esos procesos de pensamiento es un objetivo de la terapia cognitiva.
Muchas personas han descubierto que esta es una herramienta útil en su estrategia de manejo del estrés.
Se ha descubierto que la terapia cognitiva es eficaz en el tratamiento de muchos problemas, como los trastornos de ansiedad, la depresión e incluso el estrés severo.1 Ya sea que el estrés contribuya a los trastornos del estado de ánimo o simplemente cree sentimientos desagradables que interfieran con un estilo de vida feliz. La terapia (o una combinación de terapia cognitiva y conductual) puede ser un modo de tratamiento muy eficaz.
La idea detrás de la terapia cognitiva
La terapia cognitiva para el estrés se basa en la premisa de que no son simplemente los eventos de nuestra vida los que nos causan estrés, sino la forma en que pensamos sobre ellos.2
Por ejemplo, dos personas pueden quedar atrapadas en el tráfico. Una persona podría ver esta situación como una oportunidad para escuchar música o perderse en sus pensamientos y relajarse (o permanecer). Otra persona puede concentrarse en el tiempo perdido o en la sensación de estar atrapada y angustiarse.
Hay cientos de ejemplos de cómo nuestros pensamientos y nuestro diálogo interno negativo influyen en nuestras experiencias. Estos pueden provocar una respuesta de estrés desencadenada o una conducta tranquila.
Prácticamente la totalidad de los patrones de pensamiento que afectan negativamente nuestras experiencias pueden clasificarse en una de 10 distorsiones cognitivas comunes.3 Los terapeutas utilizan un enfoque cognitivo de trabajo con los clientes para reconocer y modificar estos patrones de pensamiento negativos habitualmente. También puede trabajar en algunos de ellos en casa.
Uso de terapia cognitiva para aliviar el estrés
Muchas personas han descubierto que un enfoque cognitivo es maravillosamente útil y mucho más rápido que otros enfoques terapéuticos.
No se necesita una duración o un número estándar de sesiones de terapia cognitiva para el tratamiento del estrés. Depende de cuáles sean sus necesidades. Después de algunas sesiones, algunas personas ven una mejora. Otras personas pueden necesitar meses de terapia antes de sentirse mejor.
Esto es significativamente más rápido que la tasa de años en el sofá de la terapia psicoanalítica, que es en lo que mucha gente todavía piensa cuando piensa en "ir a un psiquiatra".
El apoyo a la efectividad de este enfoque proviene de la investigación sobre estilos explicativos optimistas y pesimistas.4 También se revela por los resultados positivos que provienen de la terapia cognitiva para el estrés, o una combinación de terapia cognitiva y conductual.
La terapia cognitiva también se ha combinado con la práctica de la atención plena. Esto creó la terapia cognitiva basada en la conciencia plena, que también ha mostrado efectos prometedores.
Darle una oportunidad
Al entrevistar a posibles terapeutas, pregúnteles sobre su experiencia con este enfoque. También puede buscar a alguien que se especialice en intervenciones terapéuticas cognitivas.
Si no está interesado en ver a un terapeuta en este momento, pero le gustaría utilizar algunas técnicas cognitivas para reducir sus niveles de estrés, puede comenzar en casa. Hay muchos libros, cursos en línea y recursos que pueden ayudarlo a aprender a cambiar sus patrones de pensamiento.
Conclusión
Si no está seguro de si necesita terapia cognitiva, puede comenzar preguntándole a su médico. Explique sus síntomas y pregunte si su médico cree que una derivación a un terapeuta podría ser útil. Buscar ayuda puede dar un poco de miedo, pero podría ser una de las mejores decisiones que haya tomado.
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